jueves, 20 de marzo de 2014

Patrimonios, Intereses y Mercaderes

              







  "Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno.                                

Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones."   Mc 11,15-17.




Estos días la Zaragoza bimilineraria anda excitada, por lo menos los ciudadanos que aman la Semana Santa, y los que ella organizan. Acaba de ser nombrada de " Interés turístico internacional". 

Nunca se quedaría corto el número de personas que deberían ver las procesiones que ordenada y seriamente pueden verse en la capital del Ebro. Las estaciones de penitencia cubren como una alfombra de mil colores, las primaverales horas de los largos e inciertos días de Pasión.

Quince mil personas componen esta tradición antigua, hoy día, asegurando la permanencia, incondicionalmente. Eso aquí, en Zaragoza, en el resto de ciudades otras tantas, y así. Es justo y necesario. Y serviría para llenar iglesias y acabar con su crisis. La gente fuera y todo, como en las bodas, que se queda la gente fuera, aunque creo que por diferentes motivos.

La Semana Santa española quiere ser Patrimonio de la Humanidad. Os remito a esta estupenda entrevista con Don Antonio Aradillas . Defensor de la labor pastoral de las más de dos mil  cofradías y hermandades de España.

Declarar nuestra tradición como de Interés Turístico debe responder, no sólo a ofrecer al foráneo la posibilidad de ver en la calle tallas extraordinarias, pasos lujosos y sedas bordadas. Que sí. Sino también mostrar al mundo que nos hermanamos en grupos y mantenemos una actitud cofrade todo un año, y más allá. Contarle al mundo que hay más vida y formas que las asociaciones, partidos políticos y sindicatos para ayudar al prójimo.



Vivimos días de crisis, de valores, sobre todo. Entendemos que debemos globalizar para crecer. Creo que las manifestaciones culturales deben manifestarse desde la individualidad hacia afuera. Si se globaliza una manifestación cultural, pierde la esencia en sí de originalidad. Origen. Originalidad no es igual a exotismo.

Performances teatrales, Tauromaquia, Procesiones. Son manifestaciones individuales de raíz, necesarias para el ser humano, y por ello mismo las demuestra y las expone. siempre efímeras, aunque mantengan el orden sagrado de la ley y norma. Oro y Madera. Seda y Arpillera. Tanto monta, monta tanto.

Cuando la Unesco, los gobiernos regionales, nacionales, concejalías, movimientos privados dejen de poner dinero, cuando no sean modas, cuando se actúe de nuevo por la "voluntad", cuando se toree en plazas derruidas, a la luz de la luna y cuando se levamten los Cristos de trescientos años y se paseen dentro de una capilla nada más, cuando la esencia vuelva, cuando la forma tan sólo sea ley y norma, ese día, ese, sabremos qué es lo que hay detrás de estas manifestaciones. La Verdad, y la Necesidad. Y mucha dedicación con los necesitados, y mucha labor social.


En Aragón, la encargada, se esfuerza en promover el turismo dentro de nuestra región a toda costa. Es su trabajo. Cada ascenso de categoría de su producto de tambor y capirote es celebrado como un triunfo. De este triunfo se benefician comercios, hostales, hoteles, hospederías, concejales,consejeras y directivos. Y es bueno para la ciudad, para la región, para sanear la maltrecha economía. Lo que no engorda, seguro, es el orgullo del penitente que va debajo de un paso, o descalzo, o pensando y rezando por su familia. No venda, señora consejera, señor BOE, un producto en el que no creen. Recuerden que el elemento al que va dedicado su producto era un tipo que expulsó a los mercaderes que había en su seno. Quizá les de igual. A mi también. A fin de cuentas, me dedico al teatro, me gustan los toros, y soy cofrade. Y cuando no haya ayudas para ninguno de los tres elementos que ejemplifico, seguiré estando al pie del cañón. Yo fui un niño que salió en una procesión, con la cofradía de San Juan, siendo el único penitente. El único. El último, además. Si hubiera sido de Interés Turístico, igual nos hubiéramos salvado, y a lo mejor no estaría escribiendo este post. O igual si.


Cuentan mi tío y mi padre, que en su pueblo, Torredelcampo, un lugar donde a los penitentes les dicen "Sanjuanitas", hubo un párroco que se negaba a ir detrás de los pasos en las procesiones.

"Me niego, no quiero participar del carnaval de la iglesia!" , decía.

No hagamos que sea real esta afirmación, señora. Y si vendemos el producto, que sea contando lo que hay detrás.

Y como los notarios, demos Fe.



( Para mi, nuestra Semana Santa , es Patrimonio de la Humanidad )

1 comentario:

  1. Así es Rafa, se está consiguiendo en muchos lugares de España con mucho esfuerzo de las ciudades y por supuesto de las propias hermandades.
    Por cierto, aunque no tiene que ver con el tema, creo que mis cuñados te conocen por asuntos profesionales. Un abrazo amigo.

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